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jueves, 2 de julio de 2020

Murió esperando por 9 horas una cama en intensivos; Salud Pública asegura hay disponibilidad


SANTO DOMINGO, RD.-A José Luis Alejandro Cruz Aquino, el empleado de la Presidencia de la República que falleció la madrugada de este domingo, le hizo falta tiempo para comprobar lo que el ministro de Salud Pública asegura con tanta vehemencia durante las ruedas de prensa para actualizar los casos de COVID-19 en el país, realizadas en las últimas semanas.

El ministro Rafael Sánchez Cárdenas asegura que, a la fecha, solo está ocupado el 62 % del total de camas en unidades de cuidados intensivos del Gran Santo Domingo. Sin embargo, José Luis duró alrededor de 9 horas en la sala de emergencia de una clínica del Distrito Nacional, esperando ser trasladado a uno de los centros destinados para pacientes con coronavirus.

El tiempo era crucial. Mientras sus compañeros hacían diligencias entre las altas esferas para que fuera trasladado a una unidad de cuidados intensivos, la salud del hombre, de 55 años, se deterioraba.

Según contó un allegado a Diario Libre, en la sala de emergencias, a la que llegó por sus propios pies minutos antes de las 2:00 de la tarde del sábado 27 de junio, sufrió tres preinfartos.

Aunque los médicos que le asistieron no confirmaron mediante una prueba que se trataba de un paciente con coronavirus, en todo momento fue tratado como un caso sospechoso, por lo que no podía ser ingresado en cualquier unidad de intensivos.

No fue hasta próximo las 11:00 de la noche que, del Hospital Militar Docente Dr. Ramón de Lara, en Santo Domingo Este, dieron el visto bueno para que José Luis fuera llevado hasta sus instalaciones, donde habían habilitado un espacio para atenderlo.

Finalmente, fue trasladado al hospital, donde a las 5:00 de la madrugada del domingo lo declararon muerto, producto de un paro cardíaco.

Posición de Salud Pública

El tiempo que pasó para que el empleado de la Dirección General de Comunicación de la Presidencia (Dicom) pudiera ser atendido en una Unidad de Cuidados Intensivos no se corresponde con la disponibilidad de camas a la que hace referencia el ministro de Salud Pública.

Al ser cuestionado al respecto, este jueves Rafael Sánchez Cárdenas informó que la principal preocupación que en la actualidad tiene el organismo, es ampliar el número de camas.

“Esa es la preocupación principal que tenemos, sobre todo en el Gran Santo Domingo que tiene un 62% de ocupación de las unidades disponibles para COVID. Tenemos en el sistema de monitoreo 146 unidades de Cuidados Intensivos y un total de 90 pacientes”, explicó.

El ministro asegura que, de acuerdo a las cifras que manejan sobre las unidades disponibles, respecto a los pacientes que requieren atención en cuidados intensivos, hay un margen para mover los pacientes entre centros públicos y privados.

Sin embargo, admite que hay debilidades en la coordinación entre los centros habilitados para atender pacientes sospechosos o positivos a la enfermedad.

“Lo que estamos haciendo es crear un mecanismo de coordinación en el Gran Santo Domingo que permita que se refieran los pacientes allí donde hay camas disponibles y no donde llega el paciente buscando los primeros auxilios como en el caso que usted ha señalado”, dijo Sánchez Cárdenas.

Pacientes en UCI

El ministro de Salud informó este jueves que la República Dominicana acumuló 982 hospitalizaciones por COVID-19.

De acuerdo al boletín epidemiológico #105, del total de pacientes hospitalizados, hay 200 ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), lo cual constituye el 20.36 % del total de personas en centros hospitalarios.

Sobre los pacientes en UCI, el 45.00 % se encuentra en centros del Gran Santo Domingo, 30.50 % en Santiago y 13.50 % en la provincia Duarte.

Mientras que 102 pacientes están bajo ventilación mecánica.

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