Panky Corcino
Fuente, http://www.7dias.com.do/
DAJABÓN, República Dominicana).– Aunque la gestión de Danilo Medina vende desde la capital la idea de que tiene instalados “centros de acogida” para los migrantes que deportará a partir de esta semana, al menos en la frontera norte retiene a los indocumentados a la intemperie en el patio de la fortaleza Belller o en el edificio que ocupa el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) en el viejo puente que comunica con el país vecino.
“Eso no existe, los tienen detenidos en la fortaleza”, responde cuando se le pregunta por el “centro de acogida” Hilda Peña, coordinadora nacional de la Red Fronteriza Jano Sikse (RFJS), integrada por organizaciones de bases de República Dominicana y Haití que dan apoyo a los migrantes.
“También el presidente (Michel) Martelly dijo que tenía centros, pero es un mentiroso, ése no hace nada ni por sus ciudadanos ni por nada. Él tampoco tiene ningún centro de acogida”, afirma Peña, quien explica que de todas maneras los integrantes de la red están activos para asistir a los migrantes que lo requieran aunque sea en los espacios abiertos.
Hilda Peña.
“A muchos de ellos (de los haitianos) que ya estaban inscritos (en el plan de regularización) les rompían los papeles y se los llevaban y les decían que eso no servía”, se queja Peña.
Uno de los militares del Cesfront deja claro que los inmigrantes haitianos que no se repatríen en horas de la noche seguirán “alojados” a la intemperie en el patio delantero del área que ocupa ese cuerpo especializado del Ejército.
El jueves alrededor de 20 haitianos permanecían sentados en la grama bajo la vigilancia de un soldado, dentro de la vieja fortaleza militar que además aloja la cárcel pública de la provincia. Al día siguiente ya habían sido expulsados del país, según Arcadio Sosa, de Centro Puente, quien explica que el Ejército no se limita a retener a los inmigrantes que cruzan el río Masacre, sino que además retiene a otros que circulan por la región noroeste.
Los “centros de acogida”
Las acciones contra los indocumentados en la frontera norte difieren mucho del protocolo contenido en el “Plan de Acción de Política Migratoria 2015-2016”, difundido el pasado día 17 por la Dirección General de Migración, bajo la firma de su titular, el mayor general del Ejército Rubén Darío Paulino Sem, quien anunció la existencia de siete centros de acogida para “la depuración y evaluación final de cada uno de los casos de manera particular”.
Migración repite, una y otra vez, que los centros están en el Distrito Nacional, Santiago, La Altagracia, Pedernales, Jimaní, Elías Piña y Dajabón.
Arcadio Sosa.
Arcadio Sosa.
Al menos en su plan de acción, explica: “En cada centro habrá un equipo profesional interdisciplinario (ambulancia con equipos médicos, abogados, intérpretes, personal de inteligencia, asistencia social, logística, etc.) para agotar todas las fases previas a la deportación y garantizar el debido proceso, la individualización de los expedientes, la estrecha comunicación entre los Ministerios de Relaciones Exteriores y las embajadas de los países con ciudadanos en situación migratoria irregular.”
Paulino Sem llegó incluso a declarar a la prensa la semana pasada que los centros de acogida estaban siendo equipados: “Con toda una logística para recibir dignamente a los indocumentados”.
Pero Sosa coincide con Peña al definir como “improvisada” la forma en que el Ejército retiene a los indocumentados y lleva a cabo las repatriaciones. Explica que las organizaciones que trabajan a favor de los derechos de los inmigrantes gestionaron con las autoridades que les permitan el acceso a los centros de acogida que anunciaron y que todavía Dajabón aguarda.
Tanto el director de Migración, como el Ministro de Interior y Policía, José Ramón (Monchy) Fadul, promovieron, junto a los jefes de los distintos organismos armados y de seguridad, que todo estaba listo para emprender las repatriaciones.
Hablaron incluso de que los militares que intervendrán en el proceso no utilizarán armas letales, sino que serán dotados de “macanas y armas taser (electrónicas)”, que todavía no se ven por la frontera norte, en donde los guardias exhiben sus fusiles.
En Dajabón, una de las provincias con más flujo de migrantes haitianos y con el mayor mercado de participación directa de personas, solo se habla de las repatriaciones.Aunque todavía no inician, en los retenes militares de la zona noroeste se percibía desde el jueves un escaso tránsito de inmigrantes haitianos, incluso de los que tienen algún documento que les permite desplazarse en los autobuses del transporte público.
Algunas familias de haitianos abandonan el país por la frontera de Dajabón, incluso en camiones cargados con colchones, electrodomésticos y distintos ajuares del hogar.
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