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| Víctor Grimaldi, embajador dominicano ante la Santa Sede Acento/archivo |
¿Chiste, del embajador Grimaldi, demencia repentina, impulso de notoriedad eximia, adulonería barata, lambonería habitual, genuflexión innecesaria, fidelidad obligada, agradecimiento clandestino?. Todo es posible hasta prueba en contrario...
MIAMI (Florida), Estados Unidos..- En la clave del desastre diplomático dominicano, está el embajador Grimaldi, paladín de causas extremas, nacionalismos ciegos de larga data y defensor del Cardenal, como removido en las tripas por un fervor catolicista, que más bien recuerda al cura Marcial Maciel de los cruzados y defensores de Cristo Rey, en México. Huele a cafres y capirotes medievales, incienso y sotanas sucias (a veces de semen secuestrado, otras veces de sangre inocente)...
No es la primera vez que esto sucede con el embajador Grimaldi, pero la Cancillería es un barco como la canción de Palito Ortega (Tu corazón es un barco, sin timón, bis).
Llegará el día en que haya que pasar balance al deterioro, que en tiempo de crisis internacional, afecta a un organismo tan vital para un país pequeño: el accionar de su diplomacia y habilidades defensivas en favor de una nación, asediada por su pasado y de brazos cruzados ante un presente que conspira contra ella.
Hagamos historia: en una crónica publicada por este periódico estando de viaje por Europa quien estas líneas escribe, 2 de diciembre 2012, el Embajador Grimaldi haciendo de caliezaso y soplón, rol que le fascina y ejerce a las mil maravillas que la fabulación permite, se inventó que alguien quería matar al Dr. Leonel Fernández. Hablamos de un personaje que tiene escolta por doquier, propia y oficial, la que le corresponde por rango.
¿Chiste, del embajador Grimaldi, demencia repentina, impulso de notoriedad eximia, adulonería barata, lambonería habitual, genuflexión innecesaria, fidelidad obligada, agradecimiento clandestino?. Todo es posible hasta prueba en contrario...
No hay que olvidar que un lejano dejo porcino (6 noviembre de 1997) persigue la levita del Embajador, desde siempre y desde entonces, no suele coordinar sus actos públicos, sus ideas y sobre todo: olvida que está en un cargo público pagado por contribuyentes, en este caso muchos de esos contribuyentes son gay de closet o locas populares públicas y de riesgo nocturnal.
El embajador Grimaldi, lo olvida todo: el shock porci, no hay que olvidarlo, tiene un dejo a pocilga, que en estas situaciones del embajador nadie debe ignorar, si quiere buscar la lógica descabellada, que es siempre su coherencia permanente.
¿Puede hablar de violencia y valores familiares un tiroteador a mansalva de un animal indefenso, acto que le persigue como burla y escarnio de la población que leyó consternada tal noticia?.. Fueron siete balazos a un cerdito domesticado, que resistió valientemente la agresión del pistolero.
Por culpa de esa acción del embajador Grimaldi, tenemos una animal deuda funeraria con la República de Vietnam, de aquel lejano lugar era la bella víctima, macho o hembra, no lo sabemos, pero víctima porcina al fin.
Para que vean que no miento, recuerden estos alegatos y delirios pasados de nuestro embajador ante un Papa Francisco atónito cuya liberalidad repentina, choca con la situación real de podredumbre sexual de la Iglesia Católica Apostólica y Romana actual, cuya prima Episcopal le lleva mucha gavela: ya las mujeres pueden ejercer el sacerdocio, las mujeres en la iglesia católica vienen en la cola de todo, existe esa vaina mariológica que las arropa, para bien de los machitos con báculos y casacas vistosas de una Iglesia que como nunca, en los siglos de los siglos , se tambalea entre defensa a los ricos, mariconería selectiva y un gran olvido de los pobres, a no ser que sean víctimas escogidas de alguna violación de turno, porque coño no paran, son frenéticos y compulsivos..
He aquí una ayuda memoria sobre el Embajador Grimaldi:
Ahora que Jude Thaddeus Okolo, Delegado Apostólico de su Santidad para Puerto Rico también, se faja para resolver el caso de Arecibo, Víctor Grimaldi representante de nuestro país en el Vaticano, se juega la faja contra el embajador norteamericano James Brewster, porque este, representante oficial de los Estados Unidos de Barack Obama, ha recibido en el país a la Comunidad Gay y Lesbianas organizados como un colectivo que defiende sus intereses, tal como otros grupos de la sociedad lo hacen.
La polémica esta vez está servida, porque el Vice-canciller José Manuel Trullols, le ha increpado públicamente por sus palabras ofensivas hacia el nuevo embajador norteamericano en el país.
El domingo 16 de febrero, ayer , el embajador Grimaldi en rebeldía franca contra la Cancillería, su sede jurisdiccional, ha vuelto a ripostar iracundo y poseedor "de su verdad ", como los cruzados del siglo 13, en defensa de la Patria, la Familia, la Constitución y contra lo que insinúa es mariconería diplomática, que el propio gobierno que representa Grimaldi, ya aceptó de modo formal, según se estila en la tradición diplomática dominicana.
Esa era la noticia, ahora conocerán la verdad.
Paralelo al gobierno existe un poder fáctico cardenalicio que opera a veces contra el propio gobierno, me explico bien: el gobierno opera en apariencia con cara no conservadora, pero al mismo tiempo tira un manto de silencio sobre estos temas, que corren por los pasillos del palacio: ¿Por qué?.. Hay mucho miedo a la desestabilización de un presidente que goza del aprecio público, indudable, pero si analizamos bien es el embajador Víctor Grimaldi quien con su querella vaticana crea una crisis al Gobierno de Danilo Medina, lo debilita en nombre de viejas ideologías cuasi facistoides, pero el gobierno resiste de modo torpe, trata de no hacer escándalos, mientras un iluminado embajador Grimaldi hace de las suyas y atropella derechos individuales, si tuviera una fusta y lo sueltan en la calle el Conde, habrían muchas "jovencitas" averiadas entre farolas oscuras y cuadros haitianos para turistas en apuros.
Es muy probable que haya consultas, es muy probable que haya excusas privadas, esto en situaciones como estas, se hace para bajar las tensiones que la gente advierte ante situaciones que el Gobierno no debe dejar que se extiendan, hay lentitud de lectura o miedo de acción inmediata.
Si la diplomacia es un corpus con una disciplina universal, el embajador Grimaldi ha roto los cánones de respeto y jerarquía, que la misma ha erigido para su mayor funcionamiento interior, porque trata asuntos delicados de Estado.
No es función ni tarea de un embajador preocuparse por las nalgas de los demás, no importa que lo haga a nombre de la familia y la constitución, porque a decir verdad, la misma constitución, si interpretamos bien, respeta el cuerpo humano entero de las personas, eso lo olvida en su alegato el Embajador e inspector de nalgas ajenas, Embajador Grimaldi.
En este momento, para el ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, el embajador Grimaldi debe ser una verguenza ajena de dos pares de huevos pasado por agua hirviendo, porque está protegido por grupos ultra de poder que cuando les da la gana, conspiran en favor del poder del Cardenal y contra del gobierno, contradicciones de un sistema complejo de poder donde el conservadurismo impera a la hora de grandes y cruciales decisiones. Por ejemplo, el gobierno dominicano, en términos de ortodoxia diplomática, debe hacer un desagravio al embajador norteamericano James Brewster, quien ha sido humillado y denunciado por su condición individual, por otro embajador que en desconocimiento de sus funciones y de los deberes del gobierno que representa, de metío, y perdonen la escatología inevitable, la ha cagado in extremis.
Los internautas que no son tontos, se aprovechan de cierto anónimato, para ligar al propio embajador a las prácticas que de modo aireado crítica, se confunde uno:
¿Embajador de closet en el Vaticano que arremete para no ser descubierto?..
Confieso, no como Neruda, que estoy confundido, pero muy confundido.
El gobierno dominicano debe actuar rápido, destituir a Grimaldi, es la única forma que tiene el gobierno para ser coherente con la aceptación oficial del plácet del embajador norteamericano en el país James Brewster, de lo contrario se puede exponer a que el gobierno de Barack Obama, temporalmente retire su embajador, forma de hacer presión pública ante el agravio nalguil del susodicho cruzado embajador, inspector de nalgas ajenas y costuras aledañas.
Sin embargo, si el gobierno destituye a Grimaldi sus propios enclaves conservadores, le atizarán, porque el drama del Gobierno del Presidente Medina es que tiene una derecha cavernaria que opera en su seno, una maldita tenia, culebra interior voraz de falsa moralidad y dinero oscuro, porque el embajador Grimaldi, que no es tan tonto (al menos eso pensamos), debe tener algún soporte, no actúa solo.
¿Consultó Víctor Grimaldi al propio Cardenal para este acto peligroso diplomático, cuyas repercusiones aquí y allá son graves?...
¿Existe o no existe un grupo de apoyo cardenalicio en campaña para tratar de revivir la imagen de un Cardenal cuya misión "cristiana" es dividir con su verbo montaraz la nación en chusmas y ricos?...
El embajador Víctor Grimaldi desafía al gobierno y al propio Vice canciller Trullols, porque tiene el apoyo de grupos confesionales que entienden que es su misión de fe y no hay cosa más fanática que esos grupos, que en su ceguera pierden el norte peledeista de sus sueños eternos, porque es más fuerte la confesionalidad moral que la política de partido.
No hay puentes posibles entre esos universos, porque el extremismo de siempre, nunca, pero nunca, renunciará a su acción en nombre de "valores" occidentales y vetustos.
Mientras más pase el tiempo ante la inacción del gobierno, el Embajador Grimaldi se hace héroe de ocasión, para una iglesia católica dominicana pálida y para un Cardenal que ha perdido el objetivo esencial de su misión de prelado: unir naciones o pueblos con ecumenidad, sin prejuicios hateros de vieja data, confundidos con misiones de Dios, amen.
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