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lunes, 7 de noviembre de 2016

Hillary y Trump a las puertas de la Casa Blanca

Hugo Huguet
Fuente, http://razonesdecuba.cubadebate.cu/

A lo largo de mi vida he estudiado las elecciones de Estados Unidos como uno de los acontecimientos más importantes de la humanidad, debido al papel que desempaña esa nación en el mundo. Pero las elecciones de 2016 no tienen precedentes en la historia. Estamos a punto de ver cómo un criminal se instala en la Casa Blanca, según las acusaciones de ambas campañas, donde los aspirantes se inculpan de enfrentar cargos criminales.

Realmente, estas elecciones han devenido en el mayor reality show de la historia.

Desde mi modesta opinión, la historia es simple, pues Estados Unidos está cosechando lo que ha venido imponiendo al mundo como modelo de democracia. Si hacemos un repaso a los procesos electorales en el mundo podemos ver que se definen por altos niveles de abstención, ataques personales entre candidatos por encima de problemas fundamentales que aquejan a los diferentes países, etc.

Es un escenario completamente nuevo donde la emoción precede a la razón, lo cual logra una marcada polarización de los votantes a favor uno u otro candidato. Los temas fundamentales que preocupan a los países pasan a un segundo plano y el Neuromarketing y Marketing Politico desempeñan un roll fundamental a la hora de inclinar la balanza.

Por América Latina han sido perceptibles los recientes procesos electorales de Honduras, Perú, Argentina y la sucia maniobra de la derecha brasileña que dio al traste con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. En Europa otro tanto con Grecia, Italia, y más recientemente España, nación que lleva más de un año sin formar gobierno.

Pero enmarquémonos en las actuales elecciones de EE.UU. La presencia de Donald Trump, en el proceso electoral 2016, le dio un toque farandulero, ha marcado el ritmo, ha llevado a planos sin precedentes este show de mal gusto.

Desde las primarias, este especie de reguetonero político se muestra significativo. Muchos lo subestimaron y por encima de todo pronóstico, se impuso ampliamente ante políticos tradicionales y emergentes del Partido Republicano; organización dividida entre representantes del Tea Party y los Pinos Nuevos con su estrella Marco Rubio, quien perdió su estado, Florida, e hizo el papelazo de exigir a los rusos que debían retirar la Base MilitarLourdes de Cuba, instalación que no existe hace más de 20 años, lo que demuestra su desconocimiento de la realidad cubana.

Del otro lado, Hillary Clinton, ex senadora, ex primera dama , ex Secretaria de Estado, se impuso en unas primarias bastante reñidas frente a la propuesta del senador Bernie Sanders el cual a pesar de las diferencias le endosó su apoyo.

Después de 2 meses, tres debates presidenciales. Las elecciones han entrado en su recta final, a solo un día las encuestas muestran un empate técnico, sin embatgo muchos analistas dudan de la eficacia de las encuestas teniendo como precedentes otros procesos recientes como el Brexit en Inglaterra o el Plebiscito en Colombia.

Ambos candidatos con negativos muy altos, no convencen al electorado, e intentan conectarse emocionalmente en medio de escándalos y acusaciones de ambos lados.

Por parte de Trump su campaña ha estado marcada por pronunciamientos racistas, xenófobos, y mucho sexo. Además, engaños que se han impuesto con matrices de opinión en una relación de 4-1, conrespecto a su contrincante demócrata. En fin, los dos son unos mentirosos.

Por la parte de Hillary el fantasma de los correos electrónicos la ha perseguido y las últimas declaraciones del director del FBI irrumpieron en la carrera electoral añadiendo leña al fuego. Otro hecho también sin precedentes. Este aontecimiento ha ocasionado que los demócratas redoblaran sus esfuerzos en todos los estados, incluyendo al Presidente Obama, quien está haciendo fuerte presencia en estados claves y sobre todo en Florida, estado que representa un botín de 29 votos electorales. Obama aprovecha una alta popularidad con 55 % de aprobación, pero aún no logra que su capital político sea traspasado íntegramente a la candidata de su partido.

Haciendo un análisis de estos elementos podemos hacer las siguientes valoraciones:


Nos encontramos ante una sociedad norteamericana enferma políticamente y totalmente desconfiada del sistema político imperante.


Cada año las campañas presidenciales superan en gastos a la anterior, pero esta será recordada como la más costosa de la historia, y difícilmente puede ser superada en contiendas futuras.


En un escenario con Hillary como presidenta podemos imaginar un continuismo a Obama.


Ningún analista se atreve a pronosticar un escenario bajo una administración Trump, y por esa causa los mercados financieros cierran a la baja en su peor racha desde 1980. Trump es un misterio.


El actual proceso electoral ha dejado al descubierto la fragilidad del sistema político de Estados Unidos, donde la doble moral predomina de manera enfermiza en varios sectores de la sociedad norteamericana.

Estados Unidos amanecerá dentro de dos días, el 9 de noviembre, con su prestigio democrático en el subsuelo y créanme, no podrán dar lecciones de democracia a ningún otro país del mundo. Este es el mejor peor ejemplo de democracia de la historia de la humanidad.

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