La escuela que soñamos

Tomado del editorial de Periódico Camino

Con 2.8 millones de estudiantes inició al año escolar 2016-17. La cifra nos llena de optimismo porque ningún pueblo avanza sino tiene a la ­educación como eje fundamental para alcanzar su desarrollo. 

Mirando el camino recorrido nos damos cuenta que hemos crecido. Vamos dejando atrás etapas deprimentes en el plano educativo. Años atrás teníamos escuelas que parecían ruinas, y docentes viviendo en ­condiciones miserables. Ese cuadro ha cambiado su rostro. La lucha por el 4% del PIB para la educación está dando sus frutos. Nos encaminamos a lograr nuevas metas y subir los peldaños de un aprendizaje de calidad adecuado a los exigencias de estos tiempos.

El presente año escolar que recién estrenamos nos presenta retos que ­debemos superar. Necesitamos docentes cada vez más actualizados, que sean capaces de romper la rutina de prácticas del pasado que en nada ­contribuyen a la formación de jóvenes innovadores y críticos. Necesitamos estudiantes nuevos que dejen atrás posturas conformistas y pasivas que solo sirven de base para ­conservar y perpetuar estructuras ­caducas que sostienen el andamiaje de una sociedad injusta.

El Ministerio de Educación debe impulsar nuevas prácticas docentes. Fortalecer con urgencia la capacitación de maestros y maestras. La ­construcción de nuevas aulas es buena, pero de nada sirven si en ellas se repetirán criterios y teorías divorciados de un conocimiento transformador que nos dé como resultado una ciudadanía responsable.

Esperamos que el nuevo año escolar marque el despegue definitivo de un proceso que tenga como objetivo la motivación constante de los ­estudiantes. Que los entusiasme para incorporarse a la hermosa misión de trabajar por un mundo mejor.