Una realidad deprimente
Redacción/ noticiasatiempo
Si bien es cierto que la gestión del Alcalde del Municipio de Santiago, Gilberto Serulle, ha puesto en reactivación económica a miembros de sectores vulnerables de esta población al ofrecerle más de mil empleos ejecutando servicios de conserjería vial (barrenderos y barrenderas); no menos cierto es que la forma en que se realiza el pago a los hombres y mujeres del Ayuntamiento, a todas luces, es una realidad deprimente. Hoy observamos con desconcierto como en uno de los Salones de la institución edilicia a decenas de trabajadores agrupados, sentados en el piso o las escaleras esperando la entrega del cheque que justifica el pago de su trabajo, un verdadero “revulu”, en medio del cual surgía una voz exclamando “no se desesperen que sus cuartos están aquí. Todos van a cobrar”.
Es posible que la prisa y la inexperiencia en este tipo de gerencia se convierta en el factor preponderante para forzar la situación, sin embargo, se hace justo que estas acciones sean mejor organizadas y de ese modo evitar un segundo cansancio entre quienes se levantan antes que el Sol y luego deben aguardar horas para obtener lo que con dignidad se han ganado.
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