José Alfredo Espinal Editor/Caribbean Digital
SANTIAGO, República Dominicana.- Con la carencia de amor, de amistad y de solidaridad como el que vivimos en estos tiempos, un sólo camino nos hace cambiar el rumbo: Dios.
Él, el Señor Jesucristo, me provoca el deseo de creer que el mundo, más que un lugar lleno de buenos y malos, es un espacio que nos lo ha prestado para que vivamos entre todos como hermanos.
Con tristeza y con valentía he analizado que ese vacío de nuestros corazones es producto de la insensibilidad humana con el prójimo.
Esa falta de amor con nuestros hermanos, que de manera silente va creando un profundo dolor que muchas veces se quiere ocultar, pero que al final de cuentas nos cobra con dolor y sacrificio.
Sé y lo admito, que como ser humano con debilidades como cualquier mortal he cometido muchos errores.
Sin embargo, esos errores no son motivos para avergonzarme y dejar a un lado el camino que me está cambiando mi vida y la mi familia..."Dios, pura y simplemente es la razón".
Jesucristo es maravilloso, tan así, que cuando tu superas su prueba el te fortalece más en la fe.
El amor de Dios es tan increíble que hasta las lágrimas que el provoca te causan alegría, un gozo que para los incrédulos resulta extraño, pero para los que creen en su Palabra no es más que esperanza, fe, confianza y salvación.
Amigo y compañero ven y busca de Dios ahora. Quizás mañana sea demasiando tarde.
Bendiciones para todos y todas.
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