Remberto Serafín Casualidad, nació un 14 de febrero y para todo el mundo eso fue culpa de su peculiar apellido. Mientras era niño no le dio mucha importancia a la connotación, casi universal, que tenía la fecha de su onomástico y al contrario le molestaba un poquito eso de que en su día de cumpleaños la gente se estuviera felicitando a toda hora, intercambiando regalos y mandándose flores; según su opinión, fue una mala coincidencia, que atentaba contra ese protagonismo individual que tanto se disfruta en el aniversario de cada cual.
Pero el pobre Remberto era más feo que la palabra cólico y lo peor es que no solo lo era por fuera, que para eso queda el consuelo de la célebre ¨Belleza Interior¨, sino que también era pésimo en los sentimientos, así que gracias a la citada casualidad fue que pudo seguir chocando con las felicitaciones y algún que otro regalito por el resto de su vida, porque en materia de novias estuvo bastante escaso.
Ahora que estamos a las puertas del susodicho ¨catorce¨, mira que a uno le vienen historias a la cabeza, sucesos propios y ajenos, de amores y desamores, de flores que van y hasta de floreros que regresan (con las flores incluidas) a mucha velocidad y con peligro para la cabeza de algún desafortunado(a) que violó la ley establecida para la fecha y que solo concibe regalar detalles de amor apasionado a una sola persona.
La llegada de San Valentín era particularmente estresante para mi amigo Lorenzo, alias ¨Cupido en Ráfaga¨ que nunca conseguía que la ocasión lo agarrara con una sola novia o con más de un obsequio, siempre era todo lo contrario, dos o tres destinatarias y un solo pomo de perfume, así que no le quedaba más remedio que elegir a la más perfumable y para las demás, tarjeticas de Correos de Cuba.
Para María Celeste, alias ¨Celos de Guardia¨ la conmemoración amorosa se convertía en una odisea, desde el amanecer se redoblaban las medidas de seguridad con respecto a Bombón Casanova, un mulato de su entera propiedad que era sometido a rigurosa vigilancia y al que mantenía alejado del espacio público hasta el último minuto de esa jornada, nada de colas de mercado, nada de dominó en cada de amigos y si el día era laborable, pues certificado médico.
Con la llegada de la telefonía celular, el 14 de febrero también podría proponerse como el ¨Día del Móvil en Silencio¨ porque ante el temor de soniditos y notificaciones sospechosas e inoportunas, se ha establecido de manera informal una especie de Toque de Queda, Modo Vibrador o Fuera del Área de Cobertura, desde las 11.59 Pm del día 13 y hasta las 00.05 horas del día 15, en todo el territorio nacional.
Es cierto que es una jornada hermosa y que ahora también se le dedica a la Amistad, pero de todas formas se recomienda tener cuidado, por aquello de las amistades peligrosas y los amores que matan.
El autor es cubano, colaborador de los periódicos Granma y Juventud Rebelde.
La Bicicleta
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