Johanna Benoit
Especial/Noticias A Tiempo
La familia es la fundación donde aprendemos, es la célula principal donde se nos enseña valores y responsabilidad, el refugio donde nos aceptan y festejan por los que somos, es la base para el desarrollo y avance de la sociedad.
Estar en familia nos garantiza vivir momentos únicos e inolvidables, sentirnos confiados sin importar la condición económica, cultural, intelectual, religión o preferencia sexual.
En reunión familiar en el hogar que nos vio nacer, en ese mismo nos acogió para celebrar en unión con la participación de primas y primas, tíos y tías, un compartir que nos hizo recordar aquellos momentos de alegría compartida, allí crecimos y allí aprendimos de nuestra abuela María Leticia Gómez de Benoit y nuestro abuelo don Carlos Benoit los valores de una gran familia.
Carlos y Niña definitivamente que eran el eje central de esta generación que hoy le rinde tributo por ser nuestros ejemplos de superación y ser entes de bien.
Sinónimo de trabajo, entrega, sacrificio, don de servicio, es parte de los calificativos que adornaron a estos incansables, inolvidables seres humanos que desde sus niñez supieron enfrentar la vida, emprender en aquellos tiempos de precariedad y de saber llevar las riendas del hogar.
En agradecimiento por su generosidad, liderazgo, por sus esfuerzos, por apoyarnos, por ser gente de bien que nos dejaron un legado, serán nuestras estrellas, nuestros héroes por siempre.
Aprendimos de ellos a respetar a los mayores, a ser responsables, a estudiar para ser lo que somos.
Quienes crecimos en ese hogar agradecemos profundamente las enseñanzas de nuestros viejos, quienes eran personas sabias, calculadoras, inteligentes, amorosas y sobre todo comprometidos con nuestra crianza.
Recordamos que todos los domingos era el cobijo que acogía toda la familia, aquí se hacían grandes cocinaos, los domingos era el día de nuestro abuelo recibir a su gente.
En esta vivienda nunca faltó un plato de comida pero tampoco nunca hacía falta el plátano verde, la leche de vaca y la carne de res.
Describiendo a nuestra abuela y abuelo, siempre estaban contentos, las celebraciones de sus fiestas de cumpleaños, y que hubiera mucha comida, y gente, era su pasión ver a la familia reunida. Hacer cuentos, sus historias siempre las tocaban en estos encuentros.
En este domicilio se aprendió a cuidar la tierra, tener orgullo de familia a ser gente con los demás.
Fue bonito ser testigo de cómo nuestra abuela y abuelo llevaron las riendas de este hogar, gente que sembraron amor y que entregaron a la familia su
Testimonios de nuestros abuelos nos hacían recordar la vida de quienes formaron la familia Benoit y quienes en la historia de esta familia han jugado un papel protagónico en la vida de sus parientes y allegados.
Caras conocidas, abrazos fraternos, risas y recuerdos, así estaremos compartiendo en este día que sabemos quedará en la memoria de cada uno de nosotros.
Nos felicitamos por este encuentro de familia y que seamos siempre ejemplo de responsabilidad, lealtad, y compromiso social, pedimos a Dios que nos permita seguir celebrando en salud estos encuentros que nos alegran el alma
Aplausos para las familias que deciden estrechar los lazos de amor, especialmente a los hogares que luchan por mantenerse unidos, que la familia sea el centro de atención en cada reunión y que recibamos siempre días de bienestar y alegrías compartidas.
Gracias a Dios que nos permite estar en familia para abrazarnos, reírnos, divertirnos y bailar.
La familia nos cobija, apoya, nos ama y respeta.
Hasta otra entrega
Que Dios les bendiga!
benoit181182@gmail.com
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