En verdad que me siento aturdida con este tema de las primarias, hay tantas telas por donde cortar que me ha pasado como la canción de Joan Manuel Serrat de que “las musas han pasao de mí…” En mi caso ha sido a la inversa, tengo tanto que decir que “no se me ocurre nada...”
Articular las ideas en este torbellino de musas es difícil cuando tienes tantos escenarios para contar, comenzando con los días previos a la celebración de las primarias y la compra de votos de manera descarada ante los ojos de todo el mundo, principalmente del organismo rector, entiéndase la Junta Central Electoral, la cual estaba metida de lleno en el montaje de las primarias y soltó en banda a los delincuentes compradores de conciencias que en todo el territorio nacional hicieron su agosto en octubre.
Ni hablar del desconocimiento de la mayoría de la ciudadanía que no sabían el significado de esta modalidad de primarias abiertas y cerradas consagradas en el artículo 45, párrafo 1, de la Ley No. 33-18 sobre Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, como una forma de elección de los partidos políticos en referencia a sus candidaturas.
En los días previos me encontraba en las calles con ciudadanos y ciudadanas simples y comunes que no sabían qué hacer con eso que le habían dicho que se llamaba primarias. Igualmente, la poca orientación que se hizo, pues los anuncios publicitarios que se difundieron en esos días previos, llamaban a votar como borregos para que mansos, cimarrones y comprados fueran hacer parte del espectáculo de las primarias abiertas sin mucha información.
El día después de las primarias ha sido el holocausto, al momento en que plasmo estas ideas el escenario político del país está vuelto en un berenjenal de denuncias de fraude, pataleos, renuncia que en menos de una hora vuelve para atrás. Hombres de sacos y corbatas han vuelto a darse su baño de pueblo y bajo el calor de este trópico insular los hemos visto protestar frente a la Junta Central Electoral de viva voz reclamando, denunciando y amenazando. Esos magnates han vuelto a sentarse en las aceras, los mismos que otrora humillaban y atropellaban al pueblo hoy son víctimas del sistema que ellos mismos construyeron.
Mientras tanto entre dimes y diretes, renuncias y disculpas la Junta Central Electoral decidió contar manualmente en contumacia del reclamante principal quien se negó a que le contarán porque eso no fue lo que solicitó.
Hasta ahí estaba el lío de las primarias del PLD cuando estaba escribiendo este artículo. No sabemos en qué parará la cosa, lo único que me parece claro en este panorama de mareos es que se debe hacer una aclaración real y convincente de este tema por el bien del país y por la credibilidad de la Junta Central Electoral de cara a las elecciones del 2020.
La autora es abogada y docente universitaria.
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