Juan Isidro Inoa El senado de la república aprobó el famoso código penal condenando en él el aborto en todas sus circunstancias.
Con esta condena al aborto los “honorables” senadores buscaron con congraciarse con la iglesia en contra de su propio criterio en mucho de ellos y de sus propio proceder en otros y hasta en contra de la constitución que habla de la libertad de religión donde se debe gobernar como estado laico.
Solo el senador por Santiago Julio César Valentín tuvo la valentía, el coraje y la sinceridad de oponerse de manera pública a lo que no está de acuerdo. Los demás se acobardaron.
Valentín en la defensa de su posición expuso las excepciones en las que debía proceder el aborto sin castigo para el médico que lo practique ni a la mujer que se le practicara el aborto como en los casos de peligro de la madre o embarazo por violación si así la madre lo deseara.
Con la aprobación de la condena al aborto los, senadores (excepto Valentín) no legislaron para todos, sino para la iglesia y los ricos que tienen el dinero para abortarse por violación, protección de apellido, planificación, conservación de matrimonio o placer.
Quién me dice que alguno de los que lo aprobaron no han acudido al aborto por uno de los casos arriba mencionado?
El que tiene miedo que deje la política porque el mayor poder fático es el del pueblo y más del 50% estaba de acuerdo con la despenalización del aborto incluyendo mucho de los que levantaron la mano.
Mi reconocimiento a la sinceridad, valentía, coraje y honestidad del senador por Santiago Julio César Valentín. A los demás… que se busquen un gato “prieto
”.
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