Cómo evitar perder la motivación en el trabajo

Edith Gómez

Especial/Noticias A Tiempo.Net

E-mail: josemlct11@hotmail.com

ESPAÑA.- No somos robots, no siempre tenemos el mismo humor o estado de ánimo. Ya te habrás dado cuenta de que, incluso si trabajas en lo que te gusta, no siempre te levantas con las mismas ganas para ir a trabajar. Existen días, o momentos de algunos días, en los que, por cualquier motivo, no te encuentras con esa ilusión especial para enfrentarte al día que tienes por delante.

Puede que estés en medio de un proyecto que no te gusta o emociona mucho, o en una tarea excesivamente difícil o, simplemente, hay muchas causas externas que pueden afectar negativamente a tu motivación personal.

Independientemente del caso, aquí tienes una lista de ideas que pueden ayudarte a recuperar esa motivación perdida, según las circunstancias:

1.- Piensa en el por qué. Todo tiene una razón de ser independientemente de los que hagas, ya sea un gran proyecto o una pequeña tarea. A veces no es fácil de detectar, pero si te detienes a pensar un poco deberías encontrar una motivación, a un nivel más elevado, para realizar eso que ahora mismo no tienes muchas ganas de hacer (si finalmente no encuentras un motivo de peso para hacer algo, es muy posible que, sencillamente, no debas hacerlo).

2.- Piensa en lo que pierdes. Tiene un enfoque opuesto al punto anterior. En lugar de pensar en lo que puedes obtener, piensa qué puedes perder si no completas ese trabajo. Hay estudios que han mostrado que la renuencia a perder motiva más (prácticamente el doble) que la posibilidad de ganar algo. En general, haremos un mayor esfuerzo por no perder 50€ que por ganar 50€.

3.- Trata de que sea divertido. Muchas veces, una tarea de rutina y poco divertida se puede convertir en algo interesante si tienes la capacidad de hacerla de una forma diferente. Personalmente no me gusta hacer tareas administrativas, pero si me pongo el iPod con una buena selección de canciones, el tiempo pasa mucho más rápido. No limites tu creatividad.

4.- Comprueba tu progreso. Una de las cosas que más motiva es ver que vas logrando las metas que te habías trazado. Trata de realizar algún tipo de gráfica que te permita observar cómo estás haciendo las cosas y puedes anticiparte ante cualquier cosa. No solo obtendrás información muy valiosa, sino que también las gráficas te motivarán para continuar trabajando en tus objetivos.

5.- Divide el trabajo en tareas muy concretas. Un proyecto grande y complejo puede resultar abrumador y estresante. Pero si te detienes a pensar un poco, seguro que puedes administrarlo de una manera mucho más manejables. Este proceso de “administración” te permite controlar el proyecto, ver con más claridad el camino hacia el éxito y, por consiguiente, disminuir tu resistencia a enfrentarte con él. Además, cada vez que finalizas una tarea, tu cerebro obtiene una motivación instantánea para seguir adelante.