Fuente, http://www.cubadebate.cu/
La Historia, entre otras cosas, gracias a la casualidad, o mejor, a la causalidad, se vuelve una asombrosa recurrencia, un cúmulo de evocaciones, una excusa temible.
Han pasado doscientos años, doscientos años son un soplo, en doscientos años cabe la palabra independencia, sus múltiples signos, los rostros de próceres, los próceres sin rostro, los países, un continente. Y también Bolívar, el Bolívar de 1811, sus breves palabras, su inquisidora pregunta: “¿Trescientos años de calma, no bastan?”.
Mañana 5 de julio, desde la cinco de la madrugada, se izará en la Plaza Caracas la Bandera Nacional. Y dos horas después, bajo la tutela de niños y niñas, se llevará a cabo la apertura del arca que contiene el Acta de Independencia.
Mañana, en el desfile militar, o en la reinauguración de la plaza Diego Ibarra, o bajo el influjo de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, alguien recodará a Francisco de Miranda, o simplemente lo mencionará, o quizás ni lo mencione, pero resulta obvio que el inefable precursor hará acto de presencia, dos siglos después de su encendido discurso ante el Supremo Congreso de la Nación, en el cual exigió, sin términos medios, que se declarara la independencia.
Todo indica, también, que estos días de celebraciones, que el regreso de Chávez a Caracas, que la marcha de los jóvenes y que el despliegue de colores y voces son, a la vez, distintas y extrañamente similares declaraciones de independencia.
Ese es un signo del continente. La diversidad, su inexorable destino, su pulso redentor.
La Historia es una excusa temible. Bolívar es una excusa temible. Probablemente mañana, como todos los días, el continente eche a andar. Apenas Doscientos años. La Historia es eso, cualquiera de las niñas que acompañará la apertura del arca, una mujer, aquel tema de Calle 13: “Soy América Latina, un pueblo sin piernas pero que camina”.
La figura del Libertador centra los actos previos al aniversario del Bicentenario
La apertura de una exposición con objetos del Libertador Simón Bolívar y la inauguración del emblemático Bulevar de Sabana Grande centran hoy algunos de los actos con los que Venezuela comienza a prepararse para la conmemoración de la Declaración de Independencia.
El vicepresidente venezolano, Elías Jaua, inauguró esta mañana la exposición en honor a Bolívar, en el Museo Bolivariano de Caracas, resaltando “la lucha por la emancipación de todos los tiempos” en Venezuela y la labor de restauración llevada a cabo para recuperar insignias, zapatillas y objetos varios de El Libertador.
A los numerosos actos culturales y políticos convocados desde el pasado martes para festejar los 200 años de independencia del país caribeño se sumó hoy la aparición pública que tiene previsto realizar el presidente Hugo Chávez en el balcón presidencial.
La aparición de Chávez coincide con la inauguración del Bulevar de Sabana Grande, que lleva alrededor de cuatro años en reconstrucción y que esta tarde se convierte en escenario de diferentes actividades culturales.
Este 4 de julio coincide con el discurso que hace 200 años el prócer venezolano Francisco de Miranda leyó ante el Supremo Congreso de la Nación exigiendo la independencia del país caribeño.
Además de la rehabilitación de la avenida, el Gobierno venezolano junto a la Alcaldía Metropolitana ha llevado a cabo un plan de “recuperación” de espacios públicos con el objetivo de vestir de gala a la capital venezolana para la celebración bicentenaria.
Así, el pasado 2 de julio el Gobierno inauguró el Paseo de los Próceres y, a lo largo de esta semana, está prevista la apertura de varias plazas de la capital que han sido renovadas para la ocasión.
Para la noche está programada la muestra del Cartel Bicentenario, donde participarán artistas nacionales y de otros países de la región como Cuba, México y Bolivia.
El día concluirá con fuegos artificiales y campanas, previas al himno nacional que envolverá Venezuela a partir de las 12 de la noche cuando, por fin, se inicie el aniversario de la Independencia.
(Con información de EFE)
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