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SANTIAGO, R.D.- En un ambiente cargado de orgullo y gratitud, la industria del tabaco dominicano rindió homenaje al respaldo firme del presidente Luis Abinader durante un emotivo encuentro celebrado, ayer domingo, en el Parque Central de Santiago, con motivo del rotundo éxito de la Dominican Cigar Expo 2025.
El empresario Osvaldo Radhamés Rodríguez, presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Cigarros y Tabaco (ADOCITAB), alzó su voz en nombre del sector para expresar un agradecimiento encendido, como el mejor de los puros, al mandatario dominicano.
“Gracias por sembrar con nosotros, por regar con voluntad institucional este cultivo de historia, y por cosechar con nosotros un porvenir de grandeza con si apoyo al sector tabaquero, señor presidente”, expresó Rodríguez, visiblemente emocionado.
El presidente Abinader fue recibido entre aplausos y expresiones de aprecio por parte de los productores, empresarios y trabajadores del tabaco, quienes reconocen en su gestión un aliado estratégico que ha sabido entender la esencia de esta industria que late en el corazón del Cibao.
Uno de los gestos más valorados fue el reciente desembolso de 60 millones de pesos para levantar un parque industrial del tabaco en Tamboril, gesto que Rodríguez definió como “una inversión con olor a futuro”, destinada a consolidar el músculo industrial de la cuna del cigarro dominicano.
Durante la actividad, también se valoró el inicio prometedor de la producción de tabaco en la provincia de San Juan y se planteó la necesidad de mantener el impulso inicial con la misma fuerza que encendió las primeras brasas.
Asimismo, se propuso un gran acuerdo tripartito entre productores, empresarios y el Banco Agrícola, que permita construir una alianza sólida y proyectar la industria al sitial que merece en el escenario mundial.
La Dominican Cigar Expo 2025, según destacó Rodríguez, fue un evento de promoción y una consagración del alma cultural del país.
Con más de 80 empresas expositoras y delegaciones de todo el mundo, la feria convirtió a Santiago en un templo del tabaco, una sinfonía de aromas y tradiciones que reafirmó la identidad nacional.
“La feria ha sido una muestra viva de lo que somos: herederos de una pasión que arde en cada hoja enrollada, en cada historia contada al calor de un cigarro dominicano”, expresó Rodríguez.
Durante tres días, Santiago y Tamboril respiraron al unísono como dos pulmones de una patria tabaquera. Mientras Tamboril conserva la mística de la producción, Santiago se proyecta como el escenario internacional donde esa tradición cobra cuerpo, brillo y destino.
La clausura de la feria fue descrita como apoteósica, cargada de orgullo y emociones que estremecieron los sentidos de miles de asistentes.
Así, entre aplausos sinceros y cofradía de hermandad, el sector del tabaco dominicano selló un agradecimiento profundo al presidente Abinader, por ser, en palabras de los productores, “el viento que sopla a favor de la industria del tabaco dominicano y el aliado que convierte la ceniza del olvido en chispa de desarrollo”.
República Dominicana se sigue consolidando como la Meca del tabaco, y ese camino, afirmaron los presentes, se recorre más firme cuando el Gobierno y el pueblo marchan juntos, hombro con hombro y hoja con hoja.
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