José Manuel Castillo, director Noticias A Tiempo. Whatsapp: 8098160105, josemlct11@hotmail.com. Santiago, República Dominicana.

lunes, 16 de septiembre de 2019

¿Dónde están los padres de esos jóvenes?

Así quedó el vehículo donde andaban los jóvenes. 
Por Pedro Dominguez Brito/Noticias A Tiempo

Hace días cinco jóvenes murieron en un aparatoso accidente de tránsito ocurrido en La Vega. Previo al hecho, uno de ellos colgó en las redes un mensaje profetizando sus muertes y se expresaba hasta sonriente. Se notaba que todos no estaban en sus cabales, quizás producto de un desenfreno temporal o de falta de vigilancia.


Juzgar lo sucedido no es sencillo, pues hay familias enlutadas, aunque no podemos cegarnos y hasta debemos ser crudos: los padres tenemos una apreciable cuota de responsabilidad cuando se presentan estas lamentables situaciones, donde están involucrados menores de edad, que andan en las calles de madrugada y sin ningún tipo de supervisión.

Nunca olvido esta experiencia. Viajaba de noche, desde Santo Domingo a Santiago. Cuando echaba combustible en una estación en las afueras de la capital, me encontré rodeado de un millón de motocicletas, casi siempre con dos mozalbetes a bordo y una “fría” o un “pote” en la mano del copiloto. Y me preguntaba: ¿dónde están los padres de esos jóvenes?

Cuando arrancó la carrera, pensé que chocarían mi vehículo. Era una locura colectiva. Salí despacio. Confieso que esperaba la aparición de alguna autoridad para ponerle freno a esos suicidas. Pero nada. Ellos andaban en sus aguas, levantando las gomas delanteras, bebiendo alcohol.

Como era predecible, a unos cientos de metros la sangre tiñó el asfalto, donde tres de ellos volaban sin alas y caían como clavadistas. Intenté detenerme para ayudar, pero era peligroso. Llamé al 911. Y me volví a preguntar: ¿dónde están los padres de esos jóvenes?

Estas inconductas, sobre todo las que provocan muertes, se deben a falta de educación en la escuela, pero, sobre todo, al escaso control que tienen los padres sobre sus hijos menores. Ojala llegue el día en que no tenga necesidad de cuestionarme una vez más: ¿dónde están los padres de esos jóvenes?

No hay comentarios: