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viernes, 26 de octubre de 2012

Villa Progreso, el residencial donde todos maldicen a Alma Fernández (+ Fotos)

Sin proponérsolo, Manuel Jiménez envió a María Gallart a un infierno construido por Alma Fernández

Por Robert Vargas
Fuente, http://ciudadoriental.org/i

Santo Domingo Este.- Cuando María Gallart supo que iría a vivir a un apartamento en la entonces recién inagurada urbanización Villa Progreso pensó que, por fin, viviría en forma decente. La alegria no le cabía en su humanidad y reía de buena gana. Dos años después, siente que ha ido a parar al mismo infierno junto a su padre y su hijo enfermos.

No es la primera vez que tiene ese sentimiento desde que reside en Villa Progreso, un cojunto de edificios que tiene unos 275 apartamentos construidos a poca distancia de la avenida Charles de Gaulle, detrás del Supermercado Nacional.



María Gallart y Winston BáezCada vez que se nubla padece el mismo malestar por la impotencia.



Ayer, sin embargo, fue el peor día de toda su vida. Todo lo que tenía quedó inservible, incluso la computadora que usa una de sus hijas para estudiar en una carrera contra la pobreza.

El torrencial aguacero de la madrugada del día jueves, en pocos minutos llenó de agua su vivienda hasta más de la mitad de su cuerpo.

Las camas en las que dormían sus hijos y su papá quedaron sepultada bajo el agua. También la máquina de coser industrial propiedad de su hermana con la que ella trabaja. Una paca de ropa importada que su hermana vende. Sus muebles modestos, su ropa, y la de los suyos. Todo estaba bajo el agua.

Desesperada, llamó por teléfono a su viejo amigo Winston Báez y a otros más.

María Gallart, acostumbrada a socorrer a otros y a quitarse el pan de la boca para entregarlo a otros, se convertía de repente en una damnificada desesperada clamando por auxilio a sus amigos distantes.

Los vecinos del barrio corrieron a ayudarla.

Mildred Rosario, su amiga y vecina, no soportó más ver la escena de lo que acontecía a esta mujer luchadora y a su familia. Los ojos de Mildred se nublaron por las lágrimas.

Su esposo corrió a ayudar a María Gallart para evitar que ella, sus hijos y su padre se ahogaran.

Mientras el esposo de Mildred ayudaba en la tarea de salvamento, María Gallart estaba desesperada, intentaba encontrar bajo las aguas las medicinas de su padre y de su hijo.

Terrible ese momento. Lo poco que tenía estaba bajo las aguas, las medicinas también y el agua amenazaba tragarse a su padre y a su hijo, los dos enfermos.

Estas escenas que describimos no ocurrieron en uno de esos lugares "vulnerables", como La Barquita, La Javilla o la Ciénaga. No.

Se desarrollaron en la Villa Progreso, un moderno complejo de edificios de cuatro niveles construidos por el gobierno del Presidente Leonel Fernández, que los inauguró en el año 2010. En total unos 275 apartamentos.

Fue Manuel Jimènez quien le entregó uno de los apartamentos. Creía que le hacía el mayor favor de su vida puesto que, en adelante, lo pagaría y, al final, tendrìa su vivienda propia.

Sin embargo, sin proponerselo, Manuel Jiménez le hizo el mayor daño que se le puede hacer a un amigo. La envió al infierno.

-"Ella estaba mejor cuando vivía en alquiler", me comentó José Jiménez, que estaba desgarrado por la escena.

La de María Gallart es apenas una historia de las decenas que padecen el horror de vivir en el primer nivel de los edificios de la Villa Progreso.

Cuando llueve, la planta baja de la mayoría de los edificios se inunda.

Ocurre que el Gobierno construyó el complejo en un lugar donde había una laguna natural, a donde va a parar el agua que procede de la avenida Charles de Gaulle y distintos barrios.

Los ingenieros sabían que estaban estafando al estado al construir en el lugar, donde el agua no tiene escapatoria.

Todos, absolutamente todos, maldicen a Alma Fernández, la Administradora del INVI, que tuvo a su cargo la obra.

La consideran responsable y reclaman que sea enjuiciada y enviada a prisión.



Mildred Rosario llorando por el padecimiento de María GallartLas palabras que dicen de ellas los vecinos de la Villa progreso son impublicables.



Por esos vicios de construcción nadie será enjuiciado porque en la República Dominicana existe total impunidad a favor de los empresarios que engañan al Estado y los funcionarios que no cumplen sus funciones.

Cuando el día está soleado, o en la noche, cuando no llueve, el lugar es precioso.

Cuando las aguas se precipitan, sin embargo, nada tiene que envidiarle a La Barquita.

Esa es apenas una más de las obras construidas con graves vicios.

Alma Fernández, ahora quiere que sea el Ayuntamiento de Santo Domingo Este que resuelva el desastre que el INVI propició y que ha llevado tristeza y amargura a familias que creyeron habían logrado el sueño de su vida.

Por suerte, algunos lograron espacar de la Villa Progreso de donde se largaron para no regresar jamás.

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