Fuente, http://www.almomento.net/
En las elecciones haitianas votaron entre un  23 y 30% porque la mayoría de la población carece de documentación, dijo  el ex embajadordominicano en Hatí, Alberto (Chico) Despradel.
SANTO  DOMINGO.- El ex embajador dominicano en Haití, Alberto (Chico)  Despradel, afirmó este lunes que Michel Martely es, sin duda, el ganador  de la segunda vuelta electoral celebrada el domingo en esa nación. 
Sostuvo  que “en términos generales el proceso fue tranquilo”. Despradel dijo  que Martely acumula no menos del 60 por ciento de la votación contra  cerca del 40 por ciento de su contrincante, Mirlande Manigat. 
Estimó  que la concurrencia a las urnas fue de 23 al 30 por ciento, lo que  consideró una alta participación si se toma en cuenta que las elecciones  se deciden hasta con 10 por ciento porque cerca del 80 por ciento de  las personas no puede ejercer su derecho de ciudadanía por carecer de  documentos de identidad.
Atribuyó  esa falta de registro y documento a la existencia de un Estado haitiano  débil como resultado de la modalidad colonial que vivió y a la  irresponsabilidad de la élite.
Entrevistado  en el matutino televisivo “El Bulevar con Pablo McKinney”, el  sancristobalense Despradel definió a Martely como un joven de clase  media, originario de Petit Goave que estudió secundaria en Haití, luego  se dedicó al canto en Petionville y finalmente se vinculó ampliamente al  carnaval en todo Puerto Príncipe.
Sostuvo  que el próximo presidente haitiano no tiene ninguna experiencia  administrativa, por lo que su respaldo electoral viene por su  vinculación con el canto y el carnaval, “que como en todas las naciones  negras, es muy integrador”.
No  obstante, Despradel informó que Martely se ha rodeado de cuadros de  diferentes procedencias, destacando como su principal asesor al  sociólogo Daniel Supplice, quien está estrechamente vinculado con el ex  dictador Jean Claude Duvalier, de quien fue ministro de Asuntos  Sociales.
 Consideró que Supplice es un profesional bien formado y una persona ecuánime.
No  obstante, aclaró que por el carácter del sistema de gobierno haitiano  donde hay un presidente de elección popular y un primer ministro elegido  por el Parlamento, es necesario esperar para saber el resultado de la  elección legislativa, que se realizó simultáneamente ayer.
 Manifestó  que no hay dudas de que “Martely ganó y es el presidente” y no debe  sorprender que no tenga una estructura política, porque a su juicio  nadie la ha tenido, salvo François Duvalier, que la heredó de Dumarsais  Estimé que fue un presidente popular que asumió la negritud.
 “Lo  demás son olas, instintos agrupados alrededor de un candidato”,  puntualizó Despradel, quien estimó que Martely encaja bien dentro del  esquema actual que lo ideal es “Presidentes débiles con relación al  poder imperial”.
Cuando  se le preguntó cómo se reflejaría el nuevo gobierno en relación con la  gran inmigración haitiana hacia República Dominicana, el ex embajador  señaló que el problema está en la indefinición de una política firme con  relación a Haití.
“Cuando Martely coja el poder, no hay problema. El problema es que la República Dominicana no tiene una política exterior clara, firme, bien establecida”, apuntó Despradel.
 Consideró  necesario que las personas que conocen el tema haitiano y los  interesados se sienten a definir una línea y que se aplique, porque ya  hay la experiencia que se aprobó una Ley General de Migración, se  elaboró un reglamento de aplicación, pero nunca  se ha puesto en práctica.
En  relación con la socorrida versión de que al menos tres grandes  potencias están interesadas en fusionar en uno solo los dos Estados de  la isla de Santo Domingo, Despradel lo consideró un invento inicial del  ex presidente Joaquín Balaguer. 
“El  término fusión fue un invento de Joaquín Balaguer y un grupo que le  interesaba esgrimir esto en función del liderazgo aplastante de José  Francisco Peña Gómez”, expresó el ex embajador en Haití. 
Dijo que fue el ex gobernante el primero que ceduló a los haitianos por miles cuando entendió que es un voto determinante en la República Dominicana. 
“Entre  1974 y 1978 hicieron masivas cedulaciones en Bayaguana, Monte Plata,  Yamasá, y votaban, y esos votos bien manejados por Nano (Adriano) Uribe y  todos los pensadores y articuladores de política al servicio de  Balaguer”, agregó Despradel.
Consideró  que en las horas duras cuando la nación dominicana luchaba  denodadamente para salir de la semi dictadura balaguerista, los  dominico-haitianos fueron muy importantes “y han sido importantes en  todas las etapas electorales de la República Dominicana”.





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