José Manuel Castillo, director Noticias A Tiempo. Whatsapp: 8098160105, josemlct11@hotmail.com. Santiago, República Dominicana.

viernes, 26 de noviembre de 2010

“COMO, PAPI ¿Y TODAVIA LAS RECUERDAN?”




Desde mi Trinchera

Por Félix Jacinto Bretón

(A mis queridas y entrañables hijas Maria Teresa y Teresa Maria, ambas mellizas)

¡Otro 25 de noviembre! 50 años…y parece que fue ayer, como acostumbra a repetir mi querido hermano José Bretón. Ciertamente parece que fue ayer que las bestias asesinas, con su sed insaciable de sangre, arrancaron del jardín dominicano la presencia de Minerva, Patria, Maria Teresa y Rufino de la Cruz.

Desde ese fatídico e inolvidable 25 de noviembre de 1960 hasta acá han transcurrido diez lustros, lo que equivale a cinco décadas o a medio Siglo, pero el recuerdo de las heroínas, de las flores de Ojo de Agua, de Minerva, Maria Teresa, Patria y Rufino no nos abandona.

Al contrario, veo con gran orgullo que a medida que transcurre el tiempo, que avanzan los años, más y más se valora su gesto de entregarse en los brazos de la patria agradecida, que les sostienen firmes y que, estoy seguro, no las dejaran caer jamás ¡ni a ellas ni a Rufino!

Si, porque igual trato debe dársele a este valiente hombre que, cuando Minerva fue a pedirle que la transportara hasta Puerto Plata junto a Maria Teresa y Patria, no tuvo reparos alguno tal vez no por compromisos políticos, pero si por solidaridad con la familia.

Desconozco la vinculación de Rufino con el Movimiento Revolucionario 14 de Junio pero, hasta donde cuenta la historia, no fue precisamente al primero que constató Minerva para que le sirviera de chofer para ir a ver a Manolo y Leandro, presos en la ciudad atlántica.

Por eso resalto el gesto de este hombre campesino ya que es casi seguro que, por vivir en San José de Conuco, próximo a donde tenían su casa y sus tierras Don Enrique, padre de Patria, Maria Teresa y Minerva, no estaba ajeno a la “sentencia de muerte” que pesaba contra estas por parte del sátrapa, quien públicamente había dicho incluso que su gobierno tenia dos problemas: La Iglesia y las Hermanas Mirabal.

La sentencia de la “hidra de siete cabezas se cumplió justamente el 25 de noviembre de 1960, cuando las tres valientes mujeres regresaban de Puerto Plata. Las bestias estaban dispuestas a cumplir con el encargo del monstruo y escogieron la zona más apartada y deshabitada del territorio para su macabra e indigna acción.

En plenas estribaciones de la Cordillera Septentrional, por Río Arriba, próximo a Mara-Pica, los sabuesos interceptaron a Minerva, Teresa Maria, Patria y a Rufino, y la historia de lo que sucedió no hay ni para que volverla a contar. Cada dominicano y cada dominicana ya debe de saberla “requete de sobra”, como recuerdo decía mi madre.

Siempre he guardado respeto, cariño y admiración por los hombres y mujeres que se sacrifican por la patria. Aquí o allá. Allá o aquí. Por eso, desde que conocí la historia de las Hermanas Mirabal, siempre las he distinguido y admirado. No hay un 25 de noviembre, a partir de 1960, que deje pasar por alto. Mientras vida tenga ¡así será!

En honor a ellas fue que nombre a mis dos últimas hijas, que por suerte son mellizas, Maria Teresa y Teresa Maria, las cuales ya acaban de cumplir 20 años. Y la intención era bautizarlas como Patria Minerva, a una, y Maria Teresa, a otra.

Pero Maria Altagracia, mi compañera de entonces, y otras personas, comenzaron a decir que “Patria Minerva” era como un nombre “muy pesado” para una niña, y al final, convinimos –en un gesto de democracia y de pluralismo- en bautizarlas como Maria Teresa y Teresa Maria.

Fue precisamente al hablar esta semana por teléfono con Maria Teresa, cuando le comuniqué que este jueves se cumplirían 50 años del asesinato de las Hermanas Mirabal y que se celebrarían varios actos en su honor, su reacción fue..¡como, papi ¿y todavía las recuerdan?! Si, Mariíta corazón, hoy, mañana y siempre las Mirabal presentes ¡seguimos en combate!



9

No hay comentarios: