José Manuel Castillo, director Noticias A Tiempo. Whatsapp: 8098160105, josemlct11@hotmail.com. Santiago, República Dominicana.

miércoles, 6 de octubre de 2010

ANP Llama a la Unidad e Integración en Rescate de la Aviación Nacional


Bajo la firme convicción de que la unión hace la fuerza, la fuerza hace que se ganen las batallas, y el que gana las batallas asume un verdadero liderazgo, la Asociación Nacional de Pilotos Inc. (A.N.P) desea reiterar a todo el sector aeronáutico nacional su disposición de obrar juntamente con empresarios aéreos y autoridades dominicanas que intervienen en el control y regulación de nuestra aviación civil, para juntos aunar los esfuerzos necesarios que propicien soluciones acertadas que permitan enfrentar la deplorable situación actual de la aviación nacional, la cual está llevando al colapso y desaparición a las reducidas líneas aéreas que operan en la actualidad.
El impacto de la crisis actual no puede ser más dramático en nuestro sector. La mayoría de nuestras empresas aéreas padecen un hundimiento de la rentabilidad de las mismas, no pudiendo hacer frente a sus innumerables dificultades financieras, llegando algunas hasta la deplorable consecuencia de interrumpir sus operaciones y proceder a su disolución total. Y como inevitable consecuencia, la supresión de cientos de empleados, la cual está teniendo efectos directos sobre otros segmentos del mercado laboral, ya que la pérdida de un puesto de trabajo en una compañía aérea acarrea la pérdida de otros puestos dentro del recinto aeroportuario como lo son en áreas de despacho de vuelo, mantenimiento y otras no menos importantes fuera del recinto como lo son hoteles y empresas prestatarias de servicio de transporte y de logística para las líneas aéreas y los pasajeros.
Cuánto tiempo durará esta crisis en nuestra aviación nacional? Podrá alguna de nuestras empresas aéreas soportar el peso de la misma y llegar hasta su final? ¿Esperarán las autoridades la ocurrencia de una catástrofe de tal magnitud que traiga como desenlace la desaparición total del más mínimo rastro de alguna línea aérea local?
A pesar de los reconocidos avances experimentados en materia de regulación y control de la aviación civil dominicana, el desplome de nuestro sector ha sido particularmente espectacular en los últimos años.
Todo esto, porque la industria aeronáutica nacional luego de alcanzar logros vitales para su desarrollo no ha tenido una visión clara de su porvenir inmediato y a más largo plazo.
Cómo se explican las estadísticas aportadas por la Junta de Aviación Civil en su página web http://www.jac.gob.do/ de que en el 2009 arribaron a nuestro cielo más de 205 líneas extranjeras, moviendo con sus operaciones alrededor de 8,985,974 pasajeros, mientras nuestras limitadas 13 líneas aéreas nacionales sólo lograron movilizar apenas 50,625 pasajeros, representando esto un pírrico y deprimente menos del del 1.0% del mercado aéreo dominicano.
Es simplemente inaceptable, el hecho de que nuestras autoridades quieran vender como avance de nuestra aviación civil la abundante presencia de líneas forasteras con intereses totalmente ajenos a los nuestros como nación, la cual, a pesar de haber logrado la tan anhelada y costosa en todos los términos Categoría Uno otorgada por las máximas autoridades de aviación civil norteamericana, nuestras líneas aéreas locales se encuentran en la actualidad en un verdadero y nunca visto estado de indefensión y desigualdad competitiva frente a las extranjeras.
Cómo se explica que luego del esfuerzo sobrehumano y la férrea voluntad política del ciudadano presidente de la república Dr. Leonel Fernández Reyna expresada en favor de que el país hiciera suya la conquista de la Categoría uno en materia aeronáutica, las autoridades de aviación civil no hayan sido capaces de estructurar aún una política aeronáutica nacional que garantice la rentabilidad de nuestras empresas aéreas y promueva la inversión para el desarrollo de otras nuevas.
De igual modo, cómo explicar que aún no se haya podido poner en marcha un proyecto serio y transparente que permita la creación de una línea bandera con aviones de cabina ancha, pudiendo ser ésta de capital mixto, público y privado, con lo cual estaríamos en la plena capacidad de operar en los grandes mercados aéreos donde se hace presente una fuerte masa migratoria de dominicanos y dominicanas que anhelan ver ondear los colores patrios de su bandera en cielos extranjeros.
Y en ese mismo tenor, cómo explicar el fallido y malogrado intento de Air Dominicana, donde el estado dominicano invirtió millones de dólares y hasta la fecha nuestras autoridades del sector involucradas en el proyecto solo se han destacado por su silencio y notable ejercicio de irresponsabilidad frente a las respuestas que demanda la población sobre este hecho considerado de interés público.
Estos y otros sucesos relevantes no menos importantes, como lo son además el hecho de que en organismos tan neurálgicos para la aviación como la Junta de Aviación Civil, la Comisión Aeroportuaria, el Comité Nacional de Seguridad de la Aviación Civil y otros, no exista un representante del empresariado aeronáutico, constituyen un atraso que afecta los intereses de los mismos, en virtud de que sus reclamos, aportes y puntos de vista sobre la situación no pueden ser valorados y tomados en consideración para la toma de decisiones.
Temas como los altos costos operativos que en la actualidad condenan al estancamiento de las líneas aéreas nacionales, las altas tasas impositivas ,la crisis internacional ,la creación de una ley de incentivo a la aviación nacional, la mala aplicación de una política de cielo abierto por parte de la Junta de Aviación Civil, concediéndole a las líneas aéreas foráneas todas las facilidades, entre las que podemos citar volar a un tercer destino desde nuestro territorio, así como la imposición de manera verbal y sin previa consulta a las empresas aéreas dominicanas para que envíen sus pilotos aviadores a entrenamientos fuera del país, pudiendo hacerse estos dentro de nuestro territorio, y no menos importante las constantes violaciones de las autoridades a la ley 491-06 en sus artículos 65 sobre formación de personal a través de una escuela de capacitación auspiciada por ellos mismos, afectando notablemente y de manera desleal a los 5 centros de entrenamiento que por décadas ha sido forjadores de pilotos aviadores dominicanos y por otro lado el artículo 38 que trata sobre la prohibición a todo funcionario del Instituto Dominicano de Aviación Civil de tener algún interés económico o financiero, ni acciones o vínculos, ni empleo subordinado remunerado con empresas aeronáuticas”, deben ser puntos fundamentales que de manera urgente y sin más demora deben ser debatidos en un verdadero encuentro oficial con los principales agentes implicados en la industria aeronáutica nacional.
Todos estos hechos, no reconocidos por las autoridades, demuestran que hasta la fecha lo que se han estado aplicando son políticas erradas que atentan contra el desarrollo de la aviación y solo benefician y privilegian intereses de particulares, traduciéndose esto en una constante amenaza a la supervivencia de nuestra aviación con las consecuencias negativas que acarrea para los negocios, la economía y la sociedad.
En consecuencia, la Asociación Nacional de Pilotos reitera su llamado a las autoridades a abrir espacios con todos los representantes de la industria para un debate técnico, objetivo y amplio sobre las situaciones en cuestión, antes que seguir insistiendo en la aplicación de medidas que han demostrado ser inadecuadas para la recuperación y fortalecimiento del sector.
Hoy más que nunca es imperante retomar el diálogo y la concertación, se hace impostergable formular una inmediata y urgente propuesta conjunta de medidas de apoyo, luego de que sean evaluadas y ponderadas las consecuencias de esta crisis y escuchadas todas las recomendaciones sobre acciones que se pudieran adoptar para emprender y favorecer un verdadero plan de salvación.
A pesar del panorama oscuro que viven nuestras empresas aéreas en la actualidad, en la Asociación Nacional de Pilotos creemos que es momento de la unidad, esa que sea capaz de unir voluntades para poner en marcha prácticas que vayan en rescate de nuestra industria aeronáutica nacional. Llegó la hora de plantear modelos concretos de actuación, medidas ¨anticrisis¨, estrategias y previsiones que permitan sin prisas, pero sin pausas, el despegue definitivo de nuestra aviación nacional.

¨Por muy larga que sea la noche de nuestra aviación, su amanecer llegará¨.
Atentamente,

P.A. Pedro Domínguez P.A. Robert Mejía
Presidente Secretario

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