Ernesto Che Guevara, un médico argentino que empezó su viaje de a moto y diario, sin duda si fuera contemporáneo, sería blogguero por su devoción hacia la lectura y escritura. Con moto y surfeando su asma soñó, luchó, peleó y planteó una latinoamérica más justa; fue asesinado en Bolivia hace 40 años haciendo vida su lema patria o muerte. Luego de su asesinato se convirtió en mito. Por treinta años, el no saber del lugar -boliviano- donde estaban sus restos, la guerra fría, los hippies, “la paz y el amor” alimentaron su mito.
Santa Clara, (ciudad liberada por el Che en 1958 en la lucha revolucionaria de Fidel Castro) acoge sus restos traídos a Cuba en 1997 tras ser hallados en Bolivia, en cuya selva fue capturado el 8 de octubre de 1967 y ejecutado al día siguiente 9 de octubre.
Cuando he platicado o escuchado sobre el Che, resulta casi imposible llegar a un acuerdo sobre una misma idea del Che, tengo la imprensión que intentar evaluar su vida como positiva/- es igual que ponerse de acuerdo sobre lo bueno entre ideologías de derecha e izquierda, entre socialismo y capitalismo. Para unos el Che es un, terrorista, asesino, inconforme, abusador, un greñudo, una marca que queda bien en cualquier lugar del mundo en camiseas o junto a una mac; para otros un héroe, un modelo de coherencia, un hombre justo, un líder, un revolucionario que no ha muerto.
Es cierto que me cuesta creer en quien intenta hacer la paz con las armas, y definitivamente no acepto a los pacificadores que se arman, pero siento tanto fastidio como por los tontos con o sin poder que no encuentran rutas a los sueños.
Es fácil ser honesto mientras se es pobre, lo difícil es serlo cuando se tiene recursos; o lo mismo: ser revolucionario cuando no se tiene el poder. definitivamente se es justo cuando en “arca” abierta no se peca; Por esto respeto la memoria de este hombre, y en alguna medida tambien del mito, que fue capaz de no morir como rana cocinada, y que tuvo los “huevos” de dejar el poder/comididad/prestigio que tenia en cuba por ir detrás del sueño de un mundo mejor.
Creo en los hombres con fe en el hombre, leales a la verdad o que al menos sean coherente con su valores y capaces de seguir la estrella de su horizonte. En fin quien es capaz de morir a preferir ser un sátrapa, como tantos en la historia y en la organizaciones, es digno de tenerse en cuenta, honrarse y de seguirse en lo positivo, para él este post en el 40 aniversario de su captura y asesinato cobarde: Patria o Muerte, Valores o Muerte, Coherencia o Muerte.
El mundo te recuerda en lo bueno de tu legado, lo demás está perdonado y pagado con tu propia sangre.
fuente, http://nopiedra.wordpress.com/
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