El turismo necesita tranquilidad

La garanatía de la paz y armonía
es imprescindible tanto para los
 vacacionistas como para las
 sociedades que los reciben.
Foto: 123rf

Fuente, http://www.traveltradecaribbean.es/

Servicio de TTC.- La Organización Mundial del Turismo OMT reportó que el número de llegadas de turistas internacionales en todo el mundo creció un 4% en el primer semestre de 2015. Los países del planeta recibieron unos 538 millones de turistas entre enero y junio de 2015, un incremento de 21 millones en comparación con el mismo período de 2014.

Esas cifras hacen de la industria del ocio un eslabón importante para las economías nacionales, incluso aquellas con gran diversidad de ingresos.

Para las naciones en desarrollo es una cuestión de vida o muerte porque una gran parte de sus ingresos anuales vienen de los vacacionistas. Para los turistas el primer objetivo es simplemente pasarla bien, incluso cuando gusten de ponerse en contacto con las sociedades que visitan. Por lo general están siempre muy atentos a las situaciones en los destinos que quieren visitar, especialmente aquellas que pueden convertirle los días libres en un infierno.

Es una realidad innegable que los turistas siempre huyen de los conflictos, de la inestabilidad social y las altas tasas de delincuencia.

De acuerdo con el barómetro de la OMT publicado el mes pasado, las llegadas internacionales en las Américas crecieron un 4% en el primer semestre de 2015. Las cuatro subregiones del área registraron un crecimiento positivo, aunque con variaciones entre destinos. El Caribe encabezó la lista de los favorecidos con un 7% de incremento, casi junto a América Central que disfrutó de un ascenso del 6%.

Canadá, un muy atractivo país, y México, que lucha permanentemente con la mala publicidad a causa de hechos de violencia, elevaron los arribos de turistas en un 8% en el período analizado, mientras que Estados Unidos tuvo un crecimiento más modesto, quizá a causa de lo caro que ahora resulta el dólar.

La mayoría de los destinos en América del Sur reportaron buenos resultados, a pesar del estancamiento de viajes al exterior de Brasil.

Pese a excepciones, no es ningún secreto que los problemas políticos, económicos y los conflictos sociales y delitos llevan a una disminución de las llegadas de turistas internacionales a ciertas naciones, que deben acudir a gastos enormes de seguridad e incluso al aislamiento de los visitantes en complejos privados.

La relativa tranquilidad general en América y en especial la estabilidad del Caribe, a pesar de los casos de alta criminalidad en la región, han dado frutos turísticos en el lapso. Es un éxito que habrá que mantener.

Por desgracia, para África, un bellísimo continente de paisajes y animales de leyenda el barómetro de la OMT indicó un mal momento. Los visitantes internacionales de vacaciones se redujeron en un 6%, con un descenso del 10% en los arribos al norte africano y del 4% en el África subsahariana. El informe subrayó que junto a los impactos de los ataques terroristas, los destinos africanos se han visto afectados por las consecuencias del brote de Ébola en unos pocos países de África Occidental y el menor crecimiento de las economías regionales que dependen de la exportación de petróleo y otras materias primas.

En el caso de Europa las cifras indican que sigue siendo un oasis para el turismo mundial. Pero los especialistas recomiendan que el viejo continente no se duerma en los laureles.

Europa, es cierto, fue la región más visitada del mundo de enero a junio de 2015 y lideró el crecimiento y el aumento de las llegadas internacionales en un 5%, beneficiándose de un valor más débil en la zona del euro. El crecimiento fue impulsado por la recuperación en Europa del Este (+ 6%) y Central, mientras que Europa Occidental, Europa del Norte y Europa del Sur del Mediterráneo (entre + 5%), todos sobrepasaron el promedio mundial.

Pero, y siempre hay peros, el grave conflicto en la región con los emigrantes ilegales que huyen de guerras y conflictos en sus países de origen es un problema que se agrava, y amenaza la imagen de “buena vida” que refleja Europa, que atrae a millones de personas de vacaciones. También el terrorismo amenaza.

El mundo de hoy es un universo muy interconectado, tanto que acerca cada vez más a sus habitantes, no importan sus nacionalidades e idiomas. Nadie se escapa los problemas del otro. No basta con cerrar las ventanas. Ello obliga a comprender que las amenazas cuelgan sobre todos y requieren soluciones globales y unificadas.