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| Foto: Acento.com.do/ Archivo/Dominicanos de origen haitiano en una protesta por sus derechos. |
"Aquella negación no oficial, discriminatoria, pero sistemática de certificados de nacimiento es muy útil ahora, ya que podría decirse que le está haciendo a la gente un gran favor no dándoles ningún derecho en absoluto, cuando no tienen prueba oficial de que nacieron en el país. La transformación del grupo de ciudadanos por nacimiento en extranjeros susceptibles de deportación está casi completa."
Fuente, http://acento.com.do/
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La organización Open Society, que tiene su sede en New York, denunció en un artículo una supuesta “limpieza étnica” llevada a cabo por las autoridades de la República Dominicana.
En un artículo de Julia Harrington Reddy, especialista de la entidad no gubernamental, se afirma que tanto la Sentencia 168 del Tribunal Constitucional, como el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros puesto en práctica por el gobierno dominicano obedece a una política para desnacionalizar a ciudadanos de ascendencia haitiana y para sacar a los inmigrantes haitianos del territorio dominicano tratando de evitar la repulsa de la comunidad internacional.
Según Harrington Reddy, se ha buscado convertir a dominicanos de origen haitiano en simples inmigrantes para poder sacarlos del territorio de la República Dominicana en una especia de “limpieza étnica”.
A continuación el artículo de Harrington Reddy, de Open Society:
Siete pasos fáciles para la limpieza étnica en República Dominicana
Miles de dominicanos han estado temiendo este día: a partir del 17 de junio, ellos temen que ahora puedan ser expulsados de su patria, exiliados a un país extranjero en el que muchos de ellos nunca han estado. Allí, es probable que se queden varados, sin patria, a menos que se las arreglen para colarse de nuevo del otro lado de la frontera para vivir como inmigrantes indocumentados en su propio país. Es una perspectiva sombría, con pocas esperanzas de solución.
Julia Harrington Reddy
Pero algunos de sus compatriotas van a celebrar. Algunos, con sus mentes enfermas por el fetichismo de la pureza étnica, han pasado años preparándose para el día de hoy, ingeniando un ejercicio de limpieza étnica ataviado con oscurecimiento legal.
¿Qué se le informará a la prensa? La deportación de los inmigrantes haitianos, eso es todo. Sólo son inmigrantes ilegales. Total, si Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea hacen lo mismo, todos los días.
La transformación de los ciudadanos por nacimiento en inmigrantes ilegales no es tan difícil. La estrategia es en realidad simple, si se toman las medidas en la secuencia correcta. Revisemos lo que acaba de hacer la República Dominicana ‒una receta virtual para cualquier otro país que aspire a un ejercicio de limpieza étnica hecho según el procedimiento jurídico adecuado.
Comience con la discriminación no oficial en el acceso a las actas de nacimiento. Ignore las disposiciones constitucionales que otorgan la ciudadanía sobre la base del lugar de nacimiento. Acumule obstáculos prácticos y administrativos para los padres; insista en que las madres presenten documentos de ciudadanía dominicana con el fin de registrar a sus hijos, aunque esto viole tanto el principio de transmisión de la ciudadanía basado en su lugar de nacimiento y el derecho del padre dominicano de traspasar la nacionalidad a sus hijos. Entonces, asegúrese de que la mayor parte de la población objetivo no reconoce oficialmente que ellos realmente nacieron en República Dominicana.
Cambie la Constitución. Deshágase de la ciudadanía basada en el lugar de nacimiento; conviértala en dependiente de la nacionalidad de los padres. Un montón de países respetables tienen esta disposición, y usted puede amortiguar la disensión haciendo que esto parezca un cambio de menor importancia, mediante la inclusión de una disposición que dice que nadie que ya “disfruta” de la ciudadanía en el momento del cambio seguirá siendo ciudadano. Incluya disposiciones que creen un nuevo tribunal constitucional para interpretar la Constitución.
Una jugada audaz, y mejor si se realiza con rapidez: haga que el Tribunal Constitucional interprete que el cambio constitucional será retroactivo unos 75 años, más o menos. No, realmente, la constitución anterior estuvo siendo malinterpretada todo ese tiempo; ni siquiera significaba lo que decía. Bueno, como quiera que sea, se trata de la misma cosa. El propio Estado dominicano estaba confundido. Usted sabe, cualquiera se equivoca.
Pero tranquilice a todo el mundo con que esto no es una desnacionalización, puesto que los afectados, para empezar, no eran ciudadanos. Recuerde, se cometen errores, y demos gracias a Dios por un Tribunal Constitucional que puede enmendar 75 años de confusión. Además, las personas afectadas sin duda tienen otra ciudadanía que coincide con el color de su piel. Así que: ni desnacionalización, ni apatridia. No es tan malo.
No obstante todo lo anterior, el paso 3 seguramente va a atraer la atención internacional, por lo que el paso 4 es para que la rama ejecutiva suavice los ánimos expresando su preocupación por la decisión del Tribunal Constitucional, y jurar su preocupación, simultáneamente, tanto con los derechos humanos como con la separación de poderes, y decir que se va a encontrar una solución legislativa para la solución legislativa que garantice que nadie sufrirá inconvenientes.
Ocho meses después de la sentencia del Tribunal Constitucional, haga que el Poder Ejecutivo introduzca, y que la legislatura apruebe por unanimidad, alguna legislación inventada que divida a la población afectada en dos grupos, en función de si sus nacimientos fueron registrados oficialmente o no, y déles a los que tienen certificados de nacimiento el derecho a ser “validados” (aunque les hayan sido entregados indebidamente) y a obtener la ciudadanía, al tiempo que los que no tienen certificados de nacimiento se registren como extranjeros, obteniendo con ello la residencia legal y el potencial para convertirse en ciudadanos naturalizados alguna día mediante un procedimiento no establecido en la legislación.
¿Recuerda el primer paso? Aquella negación no oficial, discriminatoria, pero sistemática de certificados de nacimiento es muy útil ahora, ya que podría decirse que le está haciendo a la gente un gran favor no dándoles ningún derecho en absoluto, cuando no tienen prueba oficial de que nacieron en el país. La transformación del grupo de ciudadanos por nacimiento en extranjeros susceptibles de deportación está casi completa.
Alguna corte internacional de derechos humanos pudiera tratar de pone una llave en los procedimientos, señalando que la producción completa (la política original de negar certificados de nacimiento, el fallo constitucional, la legislación) viola el derecho internacional de los derechos humanos y sus obligaciones en virtud de los tratados.
Pero usted puede usar el Tribunal Constitucional para devolver el golpe y encontrar (dentro de los diez días de la acción judicial internacional) que ese tribunal internacional no tiene ninguna jurisdicción sobre usted ‒la aceptación de su competencia no se hizo correctamente (aunque usted fue un presunto miembro por un par de décadas). El Estado dominicano fue más bien descuidado durante gran parte del siglo XX, como ya hemos dejado claro antes. Ahora es que estamos poniendo las cosas como debe ser.
Pero primero:
Simule que está tratando de aplicar la legislación, mediante la creación de unas cuantas oficinas (demasiado pocas, demasiado tarde) por todo el país para procesar el registro de esos mismos individuos como extranjeros. Esta jugada es esencial para legitimar la legislación, que resultó clave para neutralizar la preocupación por ‒¿recuerda?‒ el fallo inconstitucional del tribunal constitucional, que es importante para apaciguar la preocupación internacional. Si usted es un jugador realmente hábil puede incluso conseguir que los países más ricos ayuden a pagar el proceso de registro de sus ciudadanos ‒a los que se les negó previamente sus certificados de nacimiento‒ como extranjeros. Y conseguir que se abstengan de las críticas con el argumento de que el proceso establecido por la legislación necesita tiempo para que funcione.
El paso final es, cuando la fecha límite para el registro de “extranjeros” expire, iniciar la deportación de los que no se registraron. No se ve bonito, pero si usted ha seguido las instrucciones, usted tiene muchísima cobertura legal. Sus ciudadanos por derecho de nacimiento ahora no son más que migrantes indocumentados: un juego limpio. Y sólo le tomó una década, más o menos.
Ahora, niños y niñas, prueben hacer esto en casa.
Fuente: Opensocietyfoundations.org





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